Pedro es el director de una cadena de ópticas. Ante una situación de crisis económica en la que están descendiendo las ventas se reúne con los directores de las diferentes zonas geográficas.
Inicia la reunión con un resumen de la mala situación financiera que atraviesa la empresa y de una forma un tanto enérgica anima a los directores de zona a mejorar el margen de beneficios a través de una disminución de costes.
Lucas, el director de la zona con mayor volumen de ventas y uno de los más antiguos de la empresa, cuestiona el planteamiento de Pedro. Señala que para disminuir los costes hay que bajar el nivel de calidad y la consecuencia de esta estrategia a medio, incluso corto plazo, será la pérdida de clientes con la consiguiente bajada de beneficios.
Pedro se siente atacado por la intervención de Lucas y responde de una forma muy vehemente. Con aspavientos y un tono de voz alto se lamenta de la falta de recursos y profesionalidad de los asistentes a la reunión. Incluso llega a decir que no se merecen los generosos sueldos que ganan.
Tras la intervención de Pedro se hace un rotundo silencio en la sala. El resto de la reunión es prácticamente un monólogo de Pedro con escuetas y “políticamente correctas”
respuestas a sus preguntas directas.
Una vez concluida la reunión, los miembros del equipo están más preocupados por no verse afectados personalmente por la crisis que por lo que le pase a la empresa. En silencio, se plantean “habrá que ir pensando como hacer que los resultados parezcan buenos, aunque la realidad sea otra”.
Probablemente Pedro está muy presionado por la situación de la empresa. Pero transmitir esta presión, incluso perdiendo las formas, puede colocar en una posición muy defensiva a sus colaboradores que provoque el efecto contrario al deseado.
Seguramente habría resultado más constructivo, y rentable, que Pedro Hubiese entrado a la reunión preguntando a los directores regionales cómo veían la situación, qué estrategia les parecía que podía resultar más útil para afrontarla y qué medidas concretas podían adoptar.
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