Los lóbulos frontales son la parte del cerebro "más humana". En ellos residen las funciones asociadas a nuestra capacidad intelectual y, también, al control de nuestras emociones y relaciones personales.
Cuando estos lóbulos se dañan, por un tumor, un traumatismo o una enfermedad, se produce una pérdida de la esencia de la personalidad que se caracteriza por una pérdida de intereses, capacidad para disfrutar y relacionarse con las personas y el entorno.
El funcionamiento de esta estructura tan importante continúa siendo bastante misterioso. Posiblemente, los lóbulos frontales se desarrollaron como una adaptación a la supervivencia en la sabana de nuestros antepasados. Por ejemplo, era importante saber qué frutos o qué presas eran comestibles, dónde encontrarlos y cuando estaban disponibles.
La capacidad de análisis asociada a los lóbulos frontales, en principio se desarrolló en relación con la alimentación y otras funciones básicas. Posteriormente, se generalizó, dando lugar a nuestra sofisticada capacidad de análisis y planificación, tanto en tareas intelectuales, como en la gestión de nuestras emociones y relaciones interpersonales.
Puedes encontrar una buena revisión en: "Understanding the Prefrontal Cortex". Richard E. Passingham. Ed. OUP Oxford. 2021
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