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  • Writer's pictureLuis Palacios Araus

No llores

La relación que tuvimos durante nuestros primeros meses de vida con nuestros padres (o las personas encargadas de su cuidado) han contribuido a determinar nuestro estilo de relaciones y salud emocional.


John Bowlby fue pionero en desarrollar el concepto de vínculo seguro asociado a una interacción "sintonizada" entre una figura materna y el bebé que aporta la confianza y seguridad en la relación. La figura materna puede ser la madre, el padre, otros familiares, amigos o cuidadores profesionales.


El establecimiento del vínculo está en buen aparte determinado genéticamente. Por ejemplo, la vaca reconoce a su ternera por el olor y establece un vínculo con ella a las pocas horas del parto. Si se aparta a la ternera nada más nacer, pasadas esas primeras horas, ya no se podrá formar el vínculo aunque posteriormente se permita el reencuentro con la ternera.

Bebé, apego,

Más allá de estas consideraciones técnicas, los padres con frecuencia se enfrentan con temor al cuidado de su bebé, especialmente si es el primero, entre otras cosas por la dificultad para entenderse con él. Sin duda, pueden resultar útiles los libros de ayuda, el consejo de profesionales, familiares y amigos, pero también puede ser importante dejarse llevar, hasta cierto punto, por el instinto. Después de todo, estamos "programados" para saber cuidar a nuestros bebés.


Los padres, de forma natural, tienden a satisfacer las demandas y necesidades del bebé. Cuando el bebé llora, nuestro cerebro nos empuja a ofrecerle lo que pueda necesitar, cogerle en brazos, comida, agua, cambiarle el pañal, ponerle una manta, quitarle un calcetín que le pueda molestar, jugar con él... Simplemente, intentando darle lo que pide manteniendo una actitud de cuidado y amor, se establece esa confianza que es la base del vínculo seguro que termina tranquilizando tanto al bebé como a sus padres.


Quizás conviene aclarar que no hace falta "acertar" siempre. De hecho, no es posible. Pero, basta con mantener esa actitud de cuidado, cariño y protección para hacerlo "suficientemente bien", parafraseando a Donald Winnicott, y que se establezca ese vínculo seguro.


En el futuro, habrá muchas ocasiones para que el niño se encuentre con todo tipo de limitaciones que le frustren, ayuden a aceptar la realidad y adquirir la madurez. Pero eso será en el futuro y resultará un proceso más fácil y provechoso cuando descanse sobre los cimientos de un bebé feliz.


Más información en: J. Holmes. "John Bowlby and attachment tehory". Ed. Routledge. 1993


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