Aunque las películas de Walt Disney "prometen" que el amor garantiza un futuro de buena relación de pareja, la realidad es que la salud de esta relación depende del esfuerzo que estemos dispuestos a poner parar protegerla y cuidarla.
Habitualmente, se responsabiliza al "otro" de los problemas de la pareja y en consecuencia se espera que sea el "otro" sea el que asuma el esfuerzo de cambiar. En el fondo,
que de alguna forma mi pareja se convierta en la pareja que me gustaría tener.
Ponerse, auténticamente, en el lugar del "otro" es complicado y asumir que yo también debo estar dispuesto a cambiar para mejorar la relación, también. Para mejorar la calidad de la relación de pareja se requiere la implicación de ambos miembros y, con frecuencia, la figura de un profesional, que actúe como mediador.
La terapia de pareja es un proceso de aprendizaje para buscar soluciones conjuntas a los pequeños, y a veces grandes, conflictos que la atenazan e impiden crecer. Finalmente, la terapia de pareja es un espacio de desarrollo de la pareja y los miembros que la forman.