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  • Writer's pictureLuis Palacios Araus

Progreso y felicidad en la prehistoria

La especie humana tiene unos 300.000 años. Siempre fuimos cazadores recolectores hasta que hace aproximadamente 15.000 años, con la llegada del neolítico, nos convertimos en agricultores y ganaderos. Posteriormente se produjo la revolución industrial y tecnológica. ¿Hasta que punto estos "desarrollos" históricos han proporcionado mayor felicidad a las personas?


En Europa y oriente medio, el neolítico se desarrolló en el llamado creciente fértil, un arco que se extiende desde el Nilo hasta la zona del Tigris y Eúfrates, asociado al cultivo de cereal. Al estudiar los yacimientos de estas innovadoras poblaciones y compararlos con los de los grupos de cazadores recolectores, se observa que sufrían más problemas de nutrición, probablemente por la monotonía de su dieta, más enfermedades, relacionadas con la mayor densidad de población y tenían una menor esperanza de vida.


Por otra parte, los agricultores y ganaderos disponían de menos tiempo libre y estaban sometidos a una estructura social con un sistema jerárquico rígido y autoritario. Esta organización facilitaba el encaje del individuo en su papel social, dejando en un segundo plano su desarrollo como persona, la sociedad piramidal del antiguo Egipto puede servir como ejemplo.


Parece más que discutible que en las sociedades neolíticas se viviese mejor que en los grupos de cazadores recolectores. Se podría pensar que incluso sus miembros eran menos felices. Entonces... ¿Por qué los agricultores y ganaderos sustituyeron rápidamente a los cazadores recolectores? Probablemente y, simplemente, porque eran más eficaces.


La sociedad neolítica produce mucha más comida por superficie que la comida disponible para los cazadores recolectores en esa misma superficie. Como consecuencia, la población de agricultores y ganaderos crece y se expande, arrincona a los grupos mucho más reducidos de cazadores recolectores y los termina absorbiendo o extinguiendo.


Si la agricultura y la ganadería no garantizan la felicidad, incluso pueden dificultarla, se plantea la pregunta de... ¿Por qué los grupos humanos dejan la caza y recolección para convertirse en agricultores y ganaderos? Posiblemente triunfa un aspecto muy humano que es intentar elegir la comodidad y seguridad asociada a las fuentes de alimento "domesticadas" aunque tenga un cierto coste emocional de pérdida de autonomía y desarrollo personal.


En cualquier caso, conviene tener en cuenta que el desarrollo de las sociedades no tiene por objetivo ofrecer un mayor grado de felicidad a sus miembros, sino generar sistemas cada vez más eficaces y, por tanto, con mayor capacidad de adaptación y crecimiento. Una idea que puede resultar interesante a la hora de analizar nuestra situación actual.



Bibliografía

"¿Quiénes fueron los primeros agricultores?" V. Barba. Muy Interesante 496: 50-8. 2022.

"¿Quiénes somos? Historia de la diversidad humana". L. Cavally Sforza & F. Cavally Sforza. Barcelona, Ed. Crítica. 1999.

"Bonobo and chimpanzee. The lessons of social coexistence". T. Furuichi. Ed. Springer. 2019.

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