La videoconferencia permite superar las distancias geográficas y trabajar en psicoterapia, desarrollo personal y supervisión desde diferentes lugares.

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Aunque tradicionalmente se ha visto con cierta reserva la aplicación de las nuevas tecnologías a este tipo de relaciones, los resultados finales de los procesos realizados online son equiparables a los obtenidos convencionalmente a través de sesiones presenciales.